dimarts, 27 de febrer del 2007

Nuevo ministro... de altura política


El miércoles, 21, se estrenó en el Congreso de los Diputados el nuevo Ministro de Justicia, Fernández Bermejo. El recibimiento que los del PP le depararon fue el propio de este grupo y al que, a nuestro pesar, nos tienen ya acostumbrados: una increible retahíla de insultos y descalificaciones que, aparte de conllevar sólo crispación a la vida pública, podrían haber hecho perder los nervios a cualquiera.
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Pero el Ministro de Justicia es un hombre de gran temple, experimentado en contiendas dialécticas y buen conocedor de las artimañas que estos del PP se gastan. No sólo encajó con excelente sentido del humor e ironía los golpes bajos que, desde la bancada del PP, le propinaron, sino que supo devolverlos magistralmente, poniendo el dedo en la llaga más dolorosa, la de la especulación urbanística en que los del PP son auténticos maestros, sintetizándola en una sola palabra, "ladrillos", en contestación a los ladridos que Zaplana le había lanzado. Y, aunque no es mi deseo colaborar en este clima grosero en que el PP se ha instalado, desprestigiando deshonrosamente las Instituciones públicas, lo cierto es que la presencia y las palabras de Fernández Bermejo fueron una bocanada de aire fresco y extremadamente claro que muchos españoles necesitábamos en lo más íntimo, y así dercargar la adrenalina, tanto tiempo acumulada, en ese acto de comunión con el nuevo ministro, aunque fuera a través de la pantalla televisiva.
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De esta forma, y tras la catarsis, ya es posible recuperar las buenas maneras y mantener los ánimos preparados para afrontar serenamente, pero jamás con mansedumbre y servilismo, los nuevos embites que, día a día, vaya lanzándonos el PP con ayuda de la llamada AVT, capitaneada por un tal Alcaraz, y nuevamente arropada por los señores de las sotanas. Para esto ya queda poco; nuevamente este sábado, 24, los exabruptos llenaran las calles del Madrid castizo.
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*Publicat a Foros Levante-emv.

divendres, 2 de febrer del 2007

La ciudadanía en pie de guerra

La ciudadanía de Xàtiva ha dicho ¡basta! Basta de destrozos a nuestra ciudad: Glorieta, Sant Agustí, Montcada, Plaça la Bassa, Plaça de Calixto III, Corretgeria, Plaça de bous, PAIs de la Papelera de San Jorge y del Carraixet… y ahora, el monasterio de Santa Clara y la senda de hormigón rodeando la muralla que, desde el Castillo, desliza sus brazos ofreciendo su amparo amigo a Xàtiva.

Todo, en este mundo, tiene un límite, Sr. Rus, y usted lo ha vulnerado con creces, haciendo de y con nuestra ciudad, simple y llanamente, lo que le ha venido en gana.

En estos momentos, Sr. Rus, tiene usted la pelota en su propio tejado respecto a qué hacer con el monasterio de Santa Clara y el desgraciado destrozo en la montaña del Castillo, ese lugar sagrado para muchos de nosotros, que hemos ido creciendo con nuestros juegos infantiles en sus faldas, y que guarda en su memoria los posteriores paseos y sueños de la adolescencia.

Usted, que es tan poderoso y tan dadivoso cuando se trata de la utilización de los dineros de todos, no tiene potestad, ni crematística ni de ninguna otra clase, para hacer callar a toda la ciudadanía que clama por salvar a Xàtiva.


La ciudadanía ha hablado respecto a Santa Clara: ha manifestado claramente su deseo de que el monasterio se quede para Xàtiva. La ciudadanía es sensible al valor, ya no sólo patrimonial e histórico –que es mucho-, sino también al sentimental de este monasterio. Y, usted, Sr. Rus, debe oír y escuchar la voz del pueblo, este pueblo amante de sus tradiciones, que se cobija en ellas, entremezclando sus recuerdos y vivencias con los de ellas. Y Santa Clara y nuestra montaña del Castillo con sus murallas, sus flores silvestres y sus caminos de tierra, sencillos y amables se hallan en el centro de nuestras almas. Y la ciudadanía también ha hablado respecto al muro de hormigón: no lo queremos, quítenlo y reconstruyan la antigua senda. Los experimentos, con gaseosa y en casa propia, no en la ciudad de todos/as

Usted, poderoso caballero, como inteligentemente citaba Quevedo, no puede arrebatarnos esto que es nuestro. Usted que tanto gusta de aquella su frase “rodilla en tierra”,- obedecida servilmente por esos lacayos suyos que intentan amedrentar con amenazas anónimas a la gente, por el simple hecho de no acatar el pensamiento único,- tendrá a la ciudadanía de pie, defendiendo lo suyo –nuestro- y luchando por lo suyo –nuestro-.

Y, si conseguimos recuperar Santa Clara y deshacer la atrocidad del muro de hormigón, el mérito será exclusivamente nuestro, que enamorados de nuestra ciudad, luchamos juntos todos por recuperar y salvar Xàtiva.


ÀNIM A TOTES I TOTS: DIUMENGE, 4, a les 11’30h, ESMORÇAR A SANT JOSEP. TOTS I TOTES JUNTS PER DEFENSAR XÀTIVA